I
La página que está fuera de lo que escribo se me revela sólo a la vista y el tacto
-enmudecida la palabra, se halla al fin el lenguaje.
II
Escribimos. Cada mancha de tinta esconde dolor. Da igual. Escribimos: profundizamos en la herida.
III
El poema se escribe de noche.
Antes se escribía también de día -entonces no teníamos idioma y llamábamos lenguaje a la piel habitada.
IV
No tenemos razones para pensar que la poesía tenga un límite. El problema es -siempre lo ha sido- que la poesía es un límite.
V
La escritura poética, como toda suplantación del mundo, lleva algo del mundo.
El mundo es también suplantación del mundo [y no debe intentar ser otra cosa]
VI
En toda poesía que se precie, el sujeto poético evita narrar otra historia que la suya, es decir, que procura narrar lo que él no-es.
a mis compañeros de Filosofía, por soportarme y contener(me) [en] el llanto
-a Irene, por el "acontecimiento exterior", por habitar esta piel deshabitada