Una especie de pérdida constante del nivel normal de la realidad.


El Pesa-nervios, Antonin Artaud


viernes, 14 de agosto de 2009

COMENTARIOS

Ayer, a última hora de la tarde, casi por la noche -y aquí radica una diferencia abismal, pues no es lo mismo la tarde que la noche, como tampoco son iguales un vivo y un muerto- recibí un extraño telegrama, aunque lo más extraño de todo es haber recibido un telegrama, independientemente de que fuera ayer, o anteayer, o la noche del miércoles, o que fuera de día o de madrugada. El asunto es tan banal, que casi me da miedo contarlo. No es que me dé miedo en el sentido más oscuro del término, es decir, que no es miedo como tal; rigurosamente hablando, el telegrama tiene más motivos para temerme a mí. Eso es cierto; también es verdad que no estoy cogiendo peso en verano. Bueno, quizá esté cogiendo peso, entendiéndolo como importancia...
Ya no sé ni de lo que hablo. Esto venía a raíz de ayer, a última hora de la tarde. La cosa estaba controlada: yo sostenía el vaso entre mis manos, mientras dos discípulos me miraban celosos, porque no podían -más bien no debían, y de ahí que no pudieran- acercarse demasiado a mí.
Es curioso, nunca pensé que alguien pudiera sostener un vaso como yo lo hacía, sin quejarme siquiera, a pesar de que el líquido estaba ardiendo, con burbujas que saltaban de un lado a otro, y unos vapores insoportables, que se me metían en los agujeros de la nariz y me provocaban náuseas, como a aquel personaje tan divertido.
Pasé las mejores horas de mi infancia sujetando ese vaso; y ahora, ¿qué? Bien, creo que lo mejor será retirarme, dejar que otro ocupe mi lugar, quizá dos. En cualquier caso, no más de tres, para conservar la tradición en la medida de lo posible. O quizá sea mejor abandonar esa estúpida costumbre y pasar a ocupar el lugar que nos corresponde en nuestras camas, el mejor refugio después de una larga jornada que ha hecho que el corazón envejezca otros treinta o cuarenta años. Ya no llevo la cuenta.
Esto no tiene sentido. Nada lo tiene.

Mejor así.

1 comentario:

Piedad dijo...

Buenas!!
No me enteré a tiempo y la noche en Blanco resultó un desastre para moverse por Madrid. ¿Qué tal salió la Maratón? Espero que lo disfrutarais mucho.
Saludos.